Sergio David Ruíz Blanco
Autobiografía
Mi nombre es Sergio David Ruiz Blanco, tengo 22 años de edad, nací en Cantaura, Estado Anzoátegui el 06 de junio de 1998, al cumplir los tres años de edad mi familia decidió mudarnos a la localidad de Punta de Mata, Municipio Ezequiel Zamora, Estado Monagas, donde se encuentra actualmente viviendo mi madre Luherkis Blanco con mi hermano menor Ángel Ruiz; y en este momento vivo en el seminario Castrense "San Juan de Capistrano" ubicado en la Parroquia el Paraíso (Caracas), formándome para ser sacerdote. EN la actualidad curso el 2do año de la etapa discipular, he sido muy buen estudiante y dedicado a mejorar mi capacidad intelectual.
Desde mi niñez temprana he tenido muchos talentos uno de ellos ha sido el de bailar y actuar. Cuando era adolecente soñaba por ser médico forense, pero el 26 de abril del 2014 en mi bautizo descubrí que Dios me tenía preparado para otra misión. Poco a poco que fui participando de las actividades parroquiales y misiones, me enamoré más de la Iglesia y aún más cuando recibí mi primera comunión el 21 de junio del 2014.
Luego que fui confirmado y cursando el 5to año de bachillerato quise iniciar con el acompañamiento de mi párroco, mi proceso vocacional teniendo como resultado de manera positiva el poder ser parte del Seminario Mayor "San Pablo Apóstol." Transcurrido un tiempo decidí darme un momento con Dios a solas y poder discernir si estaba llamado a esta tarea tan hermosa de ser sacerdote.
En ese tiempo comencé a estudiar ingeniería en instrumentación y control, pero me sentía vacío y triste porque quería seguir siendo parte del seguimiento a Cristo en medio del sacerdocio Al transcurrir el tiempo vuelvo a decidir comenzar mi proceso vocacional pero esta vez en el "Movimiento Internacional Atleta Christi" en la cual pertenezco actualmente.
Mi preceptor Mayor, Prelado de su Santidad Monseñor Rafael María Febres Cordero decide mandarme a estudiarnos al seminario castrense, debido a la seriedad y la coherencia de vida que se presenta en la formación de los futuros sacerdotes y capellanes militares. Hoy en día puedo decir que vivo feliz a esta gran tarea, porque el seminario "San Juan de Capistrano" ha sido mi casa y será mi casa para siempre y le doy gracias a Dios por permitirme ser parte de esta gran familia.