Romel David Martínez Blanco
Autobiografía
Mi nombre es Romel David Martínez blanco, nací en Maturín, Estado Monagas, el 06 de septiembre del año 1995. Mis padres son Romel David Martínez Mata, hijo de Ángel Martínez y Bernarda Mata, quienes son mis abuelos paternos y, Maribel Blanco Hinojosa, hija de Manuel Blanca y Metodia Hinojosa, mis abuelos maternos; ambos (mis padres) del estado Monagas, pero, de dos localidades totalmente apartadas en el estado, mi padre de Miraflores, municipio Punceres y mi madre del municipio Caripe, lugar donde se encuentra la gran cueva del guácharo. De mi padre aprendí la puntualidad y la importancia de esmerarse por cumplir los compromisos asumidos y de mi madre el amor a Dios.
No soy hijo único, gracias a Dios, tengo dos maravillosas hermanas, que entre momentos de alegría y de peleas, crecimos, sin dudarlo al pensar, en un ambiente lleno de amor. Esto último no significa que no había momentos de dificultad, los había y los sigue habiendo, más hoy entiendo, que Dios siempre ha estado con nosotros. Sin embargo, no todo el tiempo estuvimos juntos, hasta los 8 años yo viví con mi abuelo paterno y una tía, hermana de mi papá, a quien amo profundamente, llamada Denise, en la localidad de Miraflores del municipio Punceres; hasta que llegó el momento de irme a vivir con mis padres en Maturín, capital de Estado Monagas.
Estudie en varias unidades educativas, primero en Miraflores y luego en Maturín, hasta que llegue a la Escuela Hogar Virgen Misionera de la Esperanza, dirigida por hermanas de la congregación del Divino Maestro, donde estudie desde 5to grado de primaria y todo el bachillerato, siendo la primera promoción de dicha institución. Allí viví momentos inolvidables con mis compañeros y profesores, y donde conocí a la Hermana Soledad, mujer con un mucho carácter, y que hoy puedo decir que inspiro parte de mi vocación.
Una vez obtenido el título de bachiller ingrese en la Universidad de Oriente para cursar estudios de la carrera de producción animal, la cual abandone por otra profesión que me apasionaba, el derecho. Fue así, que gracias a Dios y un gran esfuerzo de mis padres, logre cursar la carrera de derecho en la Universidad Nororiental Privada Gran Mariscal de Ayacucho, recibiendo el título de abogado en diciembre del año 2018.
En la época en la que me encontraba estudiando, empecé a asistir a los grupos de oración de la Renovación Carismática Católica, invitado por mi mamá. En ellos me encontré con alguien muy valioso e importante, me encontré con Dios. En ese caminar conocí personas maravillosas, entre las cuales se encuentra el padre Mauro, sacerdote de la diócesis de Maturín y asociado a la fraternidad Athletae Christi.
Antes de graduarme, cuando me encontraba cursando el 5to año de derecho tuve la oportunidad de trabajar en el Tribunal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Estado Monagas, oportunidad que no desperdicie. A pesar de que me encontraba haciendo algo que me apasionaba, no me sentía pleno y en mi interior tenía una inquietud, que me condujo a conversar con el padre mauro, quien me presento la Asociación Católica Athletae Christi, a la cual hoy pertenezco y también formo parte de la familia del Seminario Castrense San Juan de Capistrano, donde actualmente me estoy formando, para en un futuro, con la gracia de Dios y la perseverancia necesaria ordenarme sacerdote.